Cuando por cualquier motivo aparece el tema del “benessere” (bienestar) italiano, no puedo evitar pensar en Verona. De todas las ciudades de Italia es la que más se me asemeja a la utópica idea de una urbe de “riqueza equitativa”, me refiero a que sus habitantes parecieran estar nivelados económicamente en una alta clase media, sin grandes contrastes todo parece de mediana medida, sin excentricidades, sin mendigos a las puertas de una torre de cristal, un lugar perfecto para imaginar que todo va bien en el mundo.
Una ciudad equilibrada de gente dedicada a lo suyo con agrado y bien remunerados, ni pomposa ni humilde, simplemente ordenada, cómoda, con todo en su lugar.
En Verona es fácil idealizar la vida, lo que permite minimizar las miserias humanas hasta llegar a imaginar que los únicos dramas posibles sean las pasiones amorosas. A mi modo de ver, Verona merece ser la albacea de Romeo y Julieta.
Es más, aunque suelo molestarme cuando veo que una ciudad exagera en crear falsos atractivos turísticos violentando la historia para que un sitio anodino se vuelva interesante (lo que hace viable cobrar por el derecho a verlo), en el caso de Verona me resulta aceptable que su departamento de promoción turística haya creado un mausoleo de Julieta (obviamente sin tumba, sin cadáver, sin Julieta), porque esta ciudad ha sabido ganarse con su “bienestar equilibrado” ésta y otras concesiones poéticas (la poesía sólo tiene sentido cuando las demás necesidades del hombre están cubiertas, no se lee poesía con hambre o ante un ultimátum de hipoteca o estando enfermo).
Por ello en Verona podemos sentarnos a hablar del amor como en cualquier otra parte hacen lo propio con la política.
Romeo despechado
En la supuesta casa de Julieta, debajo de su apócrifo balcón, al lado de la estatua cuyo pecho izquierdo todos los turistas soban para tener suerte en el amor, se me escapa una reflexión: ¡Y pensar que Romeo no estaba enamorado de Julieta!—¡Qué? —casi me grita mi esposa cambiando de inmediato su semblante— ¡No me vayas a querer desinflar el momento, no me importa si esta es o no la verdadera casa de Julieta, lo importante es que yo me lo crea!
—Si, si, claro, por eso estamos aquí, pero te digo la verdad, Romeo nunca amó a Julieta y te lo puedo demostrar.
—Ya veo que vas a salir con una de las tuyas, pero que sea más tarde y frente a un café, ahora déjame tocarle el pecho izquierdo a la estatua de Julieta que no está de más tener a un poco de suerte ¿vale?
Más tarde, sentados en una hostería y frente a sendos cafés con grappa…
—Así que Romeo no amaba a Julieta…
—No es broma ni socarronería, es en serio, él estaba despechado por un amor imposible y usó a Julieta para aliviar el despecho. En realidad Romeo hace un «duelo por desplazamiento» sobre Julieta tratando así de aplacar la pena de no poder estar con su bienamada e inalcanzable Rosalía.
—O sea, desplazó sobre Julieta los valores que había visto en Rosalía…—Correcto. El amor propio herido de Romeo lo lleva a “enamorarse a primera vista” de Julieta, que en realidad es una sustitución de Rosalía (a esta sustitución, que funciona como cataplasma analgésico para su amor propio, también se le suma la dulzura de la imaginaria venganza hacia Rosalía, demostrándole lo fácil y rápido que le encontraba sustituta), y así Romeo logra coronar velozmente su autoestima.
—Pero eso vale para Romeo, ¿y qué de Julieta?
—Ella también realiza un «duelo por desplazamiento», pero «por contraste». En este tipo de desplazamiento no se desplazan los valores de uno sobre el otro, sino que se valora a uno por ser lo contrario del otro. La Señora de Capuleto quería que Julieta se casara con Paris, y Julieta ve en Romeo lo contrario al compromiso por conveniencia, en otras palabras, valora a Romeo por ser la antípoda de Paris y no por lo que Romeo es.— Y, ¿qué tienen que ver en todo eso la disputa entre las familias de los Capuleto y los Montesco?
—Mucho, eso es la tapa del frasco. En un amor a primera vista no hay tiempo para verificar si se tienen valores comunes, así que recurren a la «automutilación» de los propios valores (en este caso de los valores familiares de cada uno) y transforman aquello en un desesperado acto de valentía que los hace sentirse orgullosos el uno del otro.—Y se casan de inmediato y en secreto…
—Exacto, de inmediato y en secreto. Este tipo de romances son puro bluf y la burbuja de jabón amenaza con reventar en cualquier momento, porque en el fondo ellos saben que no han puesto en juego ningún valor verdadero, al contrario, se han automutilado de los valores más significativos que tenían: la propia familia, el propio honor familiar y hasta la honestidad porque fue deshonesto casarse a espaldas de la familia.
—Pero se suicidan por amor…
—He allí el secreto de la obra, el amor yendo de la mano de la muerte es la formula de Shakespeare, porque en esencia el amor existe debido a que somos mortales, los inmortales no necesitarían amar, pero ésa es una historia resabida. Volviendo a Romeo y Julieta, era lógico que en tan poco tiempo esos muchachos metieran tantas veces la pata, fíjate que Julieta lleva a cabo el plan de hacerse pasar por muerta tomando un narcótico, pero Romeo (que no se entera del plan) la cree realmente muerta y se suicida con veneno (esta es una perfecta alegoría de cómo les va a los que se casan por amor a primera vista: no logran ponerse de acuerdo nunca), luego, cuando Julieta despierta y lo encuentra muerto, pues el autoestima se le cae tan bajo (por haber pagado tanto por nada) que ya la vida no le vale nada y se clava la daga. Es destino ineludible para este tipo de relaciones efímeras basadas en espejismos terminar mal y rápido. —Me estoy arrepintiendo de haber tocado el pecho de la estatua de Julieta, ese tipo de fortuna más bien es mala suerte.
—Sí, pero la gente siempre estará tentada a soñar con amores a primera vista, doncellas vestidas de blanco en balcones y príncipes azules furtivos que trepan enramadas por la noche, la gente necesita creer que hay una manera mágica de valorar a otro y ser valorado, pero valer no es cosa de fábula o de flechas de cupido, se necesita de mucha energía y esfuerzo para llegar a valer. ¿Quieres otro café?—Que sea doble, por favor.
Me impresionó la sencillez con la que derrumbó un hito del romanticismo mundial. Dicen que el amor es ciego, pero ciego para todo, hasta para las referencias ¿Cómo es posible que Romeo y Julieta se haya transformado en un hito del amor de pareja siendo una tragedia que no tiene nada de feliz desde el inicio hasta el fin: inician por duelo y terminan suicidándose. Artículos como estos son importantes para que la gente se meta en la cabeza de que el amor no tiene que ser sufrimiento. Desde Psiquiatría Online reciba nuestros saludos Dr. Fattorello
ResponderEliminarDoc., como usted dijo: “la filosofía del sacrificio debe cederle el paso a la filosofía de la eficacia”. Mientras el mundo siga valorando el arquetipo del sacrificio la humanidad estará predispuesta a sufrir. Saludos y felicitaciones.
ResponderEliminarA mi me gustó mi novia desde que la vi, tenemos un año juntos ¿Cómo se define el amor a primera vista? ¿Quiere decir que yo me enamoré a primera vista? ¿Y quién no? No quisiera terminar como Romeo. Saludos.
ResponderEliminarHola Arnoldo, no creo que termines como Romeo, el simple hecho de cuestionarte las cosas, de hacerte preguntas, te libera de la negligencia del amor a primera vista. Trataré de definir los términos. “Amor a primera vista” más que una valoración de alguien es una idealización. El amor repentino surge en quien está muy necesitado de darle sentido a su vida. El hecho de que te gustara tu pareja desde que la conociste nada tiene que ver con el amor a primera vista, hay cosas que a todos nos gustan, a todos nos gusta la belleza, las buenas maneras, la inteligencia. Si de gusto se tratara te puede gustar una actriz al verla en una película, pero de allí a enamorarte hay un largo trecho. Enamorarse implica admirar al otro, valorarlo por sus atributos, y para descubrir las características de alguien se necesita tiempo. Imagina que tú fueras un defensor de las tortugas marinas y te gustara una chica, hasta ahí no hay mayor compromiso, incluso puede que salgan, que estén juntos y sigue todo bien, hasta que un día ella te invita a comer a su casa y te recibe con una cena de sopa de tortuga. Creo que allí nacería un conflicto de valores ¿no? Toda relación empieza con la atracción, pero amar a alguien implica comprometerse a compartir cosas propias (me refiero a poner la autoestima de ambos en juego), y eso sólo debiera hacerse cuando se ha comprobado que comparten los mismos valores y por lo tanto pueden tener metas comunes. Espero que tú y tu pareja tengan muchas metas en común, eso les garantizará una pareja en continuo crecimiento. Saludos y éxito.
ResponderEliminarP.S: Por una manía curiosa, no puedo evitar hacer anagramas, ¿sabias que tu nombre incluye otros? Con las mismas letras de Arnoldo se puede construir: Ronaldo, Rolando, Orlando…
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, Romeo y Julieta es un clásico, una obra inmortal, un orgullo de la humanidad, Shakespeare es una representación de lo sublime de la humanidad, pero de allí a que esta tragedia represente el ideal del amor es morboso. Estar de acuerdo con este artículo es como estar con la abolición de las armas en el mundo.
ResponderEliminarExcelente punto de vista, lo voy a usar como ejemplo para explicar en clase el -duelo por desplazamiento-, saludos y gracias
ResponderEliminar...Romeo y Julieta tendrían que ser paradigma del amor equivocado.
ResponderEliminarSaludos Doctor, me gustó mucho su entrada, en especial lo del amor a primera vista, recuerdo que usted nos dijo que el amor a primera vista era un acto desesperado de alguien que tenía el autoestima por el piso y que cuando uno tiene el autoestima mal lo mejor es no salir de casa…. jjajaja, Romeo no debió ir a esa fiesta.
ResponderEliminarEl deseo de tenerla y a la vez no tenerla, me conllevo a matarla: O eres para mi o para nadie mas... despues de matarla, mi solo deseo narcisista y-o egoista me ha llevado a tener que tomar deciciones drasticas. Justamente, despues que la mate, me di cuenta que en verdad, no la amaba... que me amaba a mi mismo a traves de ella. mauro.
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