LA CRÍTICA

Críticas van y vienen, las hay a montón, pero son verdaderas críticas sólo si cumplen su función de herramienta filosófica en la búsqueda de la verdad. El resto, son censuras con «disfraz de crítica» que acompañan a la mayoría de las frivolidades humanas.


AXIOLOGÍA DE LA CRÍTICA:Siempre estamos cambiando, de cazadores y recolectores a sedentarios agrícolas, de industriales a postindustriales, de tecnológicos a digitales y virtuales, pero siempre hemos sido y seremos BUSCADORES. Buscamos novedades. Lo novedoso debe impactar sobre lo establecido porque es un cambio y todo cambio es antecedido por una crisis. Por ello, la crítica que logra levantar la novedad, mide su importancia.


CRITICA ROMPE HUEVOS: La serie dedicada a “la crítica” la protagonizaron huevos. Los criticones esencialmente «rompen los huevos» en el sentido literal. Cuando se rompe un huevo no hay posibilidad de repararlo. Y eso pretende el criticón sin oficio: «romper de forma irreparable las ganas del otro». Un criticón es un «asesino de entusiasmos». Pero aquí el delito es una cuestión de extremos porque la crítica constructiva es necesaria para garantizar el sello de calidad del cambio. La crítica es una reacción ante la novedad que obliga a lo novedoso a defenderse perfeccionándose. «Bueno el cilantro pero no tanto», parece ser la fórmula de la buena crítica.



CRITICAR POR CRITICAR: La crítica sólo puede perseguir el bien común. La crítica que daña no es crítica, es saña. La empatía, el ponerse en el lugar del otro, es uno de los mejores antídotos contra la saña. Quien piensa por el otro no daña. El “bien común” no puede cobrar víctimas. Antes de criticar debiéramos estar claros en lo que vamos a aportar. La buena crítica no emponzoña, ¡aporta!


HUMANIDAD AUTOCRÍTICA: La autocrítica es el lado humilde del proceso creativo, es reconocer que un acto impulsivo no puede ser una obra de arte… Ser un hombre de bien implica ser nuestro propio juez… Dudo mucho que sin autocrítica se pueda escalar en la condición humana..., ni que eso importe.


LA VOLUNTAD DE MEJORAR: La buena crítica puede dirigirse tanto a lo nuevo como a lo establecido. La novedad siempre espera una crítica al llegar. Lo establecido critica toda amenaza de modificación. Lo tradicional es criticado por los aires axiomáticos con los que critica toda invención. En fin, cada vez que se da este «tour de force» entre crítico y criticado, lo más seguro es que haya un cambio en ciernes. Pero sólo la voluntad de mejorar permitirá alcanzar la solución más conveniente. Y esto no es poco decir, porque en un país como Venezuela donde se encuentran todos los elementos, la crítica, lo criticado, lo establecido y lo nuevo, no se produce ningún cambio porque a pesar del constante «tour de force», a pesar de haber muchas voluntades en juego, pareciera que simplemente falta la «voluntad de mejorar».


CRITICÓN AGRESIVO: ¿Por qué los seres humanos somos los únicos bichos que agreden sin motivo? ¿Han visto cómo busca pelea un buscapleitos?
Las investigaciones en nuestra Escuela de Psiconomía apuntan a que el fenómeno tiene que ver con el sistema cerebral del placer que no está blindado con exclusividad, lo que permite que la sensibilidad pueda ser desplazada a emociones originalmente destinadas a no producir placer. Y así, por ejemplo, puede sensibilizarse para el placer a la agresividad.
Si esto fuera así, quien agrede sin motivo, lo estaría haciendo por “gusto”. Todo tiene su motivación y, con lo dicho, la del criticón agresivo parece ser doble. Además del posible placer asociado al sadismo, al criticar, disfrutaría del ensalzamiento de su autoestima, no por haberla nutrido con nuevas metas, sino por rebajar la autoestima de alguien más (que, en comparación, reposiciona más arriba la propia). Y esto implica, señoras y señores, que al enfrentarse a un críticón sin oficio, a un censurador destruye-autoestimas, a un tipo buscando placer sin miramientos de llevarse por delante a quien sea en su intención…; toda “persona de bien” debiera tratar de impedirle que se salga con la suya.
Yo particularmente he decidido que al encontrarme con un criticón, le leeré una por una las frases de esta serie, para no darle el “gusto” de afectarme.


FALTA TIEMPO PARA LA AUTOCRÍTICA: La serie dedicada a “la crítica” la protagonizan huevos.
Los criticones esencialmente «rompen los huevos» en el sentido literal. Cuando se rompe un huevo no hay posibilidad de repararlo. Y eso pretende el criticón sin oficio: «romper de forma irreparable las ganas del otro». Un criticón es un «asesino de entusiasmos». Pero aquí el delito es una cuestión de extremos porque la crítica constructiva es necesaria para garantizar el sello de calidad del cambio. La crítica es una reacción ante la novedad que obliga a lo novedoso a defenderse perfeccionándose. «Bueno el cilantro pero no tanto», parece ser la fórmula de la buena crítica.


LA CRÍTICA MEDIOCRE: Si todos fuéramos vulgarmente iguales, sin diversidad, prácticamente no cabría la crítica y la cosa sería bastante tranquila, pero enormemente tediosa y sin disposición de cambio. Lo dicho parece una buena definición de “mediocridad”. Pero también pudiera ser una definición de “confort”. Y me intimida pensar en lo emparentados que parecen estar el confort y la mediocridad…, yo, sinceramente, prefiero seguir en el mundo de la novedad, la originalidad que mejora al enfrentar la adversidad, y el cambio que permite que una vida pareciera hecha de muchas, muchísimas más…


ESPEJOS, ESPEJOS Y MÁS ESPEJOS: Si todo lo que hiciéramos al mundo, luego nos viéramos haciéndonoslo a nosotros ¡Cuánta irracionalidad desaparecería! y cuanto mejor sería todo…


CRÍTICA FRÍVOLA: La frivolidad tiene derecho a existir, a patalear cuando algo no le gusta, a ir al cine y a sentir asco por los huevos fritos; pero no tiene derecho de crítica. A lo frívolo no le interesa el perfeccionamiento, porque lo frívolo, es frívolo por creerse perfecto.


CRÍTICA COMPROMETIDA: ¿Han visto cómo por la mañana hablan mal del colesterol de los huevos y en la tarde aparece una publicidad en TV que te dice «no coma cuento, coma huevo»? Parece que los huevos no son saludables a menos que tengas una granja de gallinas ponedoras. La libertad es constantemente amenazada por nuestros compromisos y conveniencias. Eso es lo difícil de ser libres: «romper las cadenas de los compromisos adquiridos para romper otras cadenas anteriores». Desde hace años he buscado un autor cuyas teorías no justifiquen su propia realidad y…, todavía no lo he encontrado.
Que un católico critique a los católicos suena bien, eso está cerca de la autocrítica, pero que un católico critique al budismo, ya es muy probable que haya un interés personal detrás, una reafirmación de lo propio en detrimento de lo ajeno. Mientras más comprometido esté nuestro pensamiento con status, roles, religiones o partidos, más viciadas y menos sensatas serán nuestras críticas.


AUTOCRÍTICA VERSUS QUEJAS: No hay que confundir la autocrítica con la queja. La queja es una rotonda que gira y vuelve sobre sí misma. La autocrítica es un «stop» en el camino para revisar el mapa. La queja es un yunque que paraliza con su peso a quien se victimiza; mientras que la autocrítica es parte del equipaje del viajero frecuente.


LA CRÍTICA NO ES PARA AGREDIR: Qué fantástica es la primera persona del plural «nosotros». Un «¡Estás equivocado…!», nos hace perder todas las ganas. Pero cuando escuchamos un «muchachos, nos equivocamos…» una inyección de vitaminas nos da ganas de volver a empezar y por dentro gritamos «¡¿Quién dijo miedo?!». Cuando alguien con problemas de pareja dice «nos hemos equivocado…», sé (y lo he comprobado) que esa pareja tiene mucho chance de seguir adelante. Muy por el contrario, cuando alguien culpa a su pareja y asegura tener la razón, el pronóstico está claro: «ya todo se acabó».


EL MEDIOEVO DEL SIGLO XXI: El mundo pasó por mil años de crítica inquisidora que prohibía pensar. El pensamiento humano estuvo mil años detenido. Señoras y señores, saquen sus calculadoras ¡Mil años!
Si la Edad Media no hubiese existido, estaríamos 1000 años más adelantados.
Por eso he extendido esta serie de imágenes y frases sobre la filosofía de la crítica. Yo, particularmente, estoy asqueado de ver que entramos a otro siglo y sigue habiendo gente con miedo a ser original por temor a la crítica. Gente que sigue siendo tradicional por complacer a los criticones timoratos que le rodean.
Es hora de decir ¡basta! a quienes le dan la espalda al devenir histórico. Es increíble que haya personas que piensen que la vida es lo que conocieron al nacer y que de allí en más debe quedar todo igual porque, si no, le cambian el escenario de la primera foto que le tomaron (tal vez en su bautizo). Y esa misma gente suele criticar este tipo de comentarios con «eso no es así, el mundo ha cambiado…blablablá…, eso sólo pasa entre algunos pocos millones que viven en los países subdesarrollados, blablablá…». Como si «unos pocos millones» fueran una bagatela sin importancia. Por otro lado, tampoco es cierto que las «resacas medievales» sean exclusividad de subdesarrollados, en Estados Unidos viven a diario las consecuencias del odio racial, en Italia mueren 100 mujeres al año por violencia de género, el machismo sigue siendo una infamia mundial, el bullying es endémico…
Cada vez que me desmoralizo tras enterarme de alguna nueva crueldad antihumana, la paso mal hasta que acude en mi auxilio una frase desde una esquina trasera del cerebro: «Eppur si muove» —dice la frase—. Entonces suspiro y me vuelven las ganas de hacer algo bien….


CRITICAR SÓLO PARA MEJORAR: Con esta imagen terminamos la serie sobre «la crítica rompe huevos». Esperamos que este «grano de arena» no termine siendo más blablablá.

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