ALTRUISMO Y EGOÍSMO

TODOS SOMOS EGOÍSTAS HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO. 

EL ALTRUISMO NO NACE, SE HACE: El altruismo no nace con nosotros como los riñones. Es una iniciativa mental humana, un esfuerzo. De existir un «código del derecho humanitario», su primera disposición debiera sentenciar: «Todo el mundo es egoísta hasta que se demuestre lo contrario». Y PARA QUIENES HABLAN MUCHO Y HACEN POCO: El altruismo es tal sólo después de haberse consumado, después de que el caso esté cerrado. El altruismo es cosa de hechos, no de intenciones.

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EL ALTRUISMO ES SECRETO. UNA TENDENCIA PURA E ÍNTIMA QUE, AL REVELARSE, DEJA DE SERLO.

ALTRUISMO CLANDESTINO: Es condición del altruismo andar de incógnito. El altruista no anda alardeando de su buena voluntad, sólo lo es y punto. Muy pocos altruistas reciben recompensas ya que raramente nos enteramos que la merecen; pero, cuando son recompensados ¡enhorabuena! El reconocimiento no quita el mérito. Lo cierto es que, en todo caso, un verdadero altruista no anda por allí proclamándose tal. Y tal vez este recordatorio pueda parecer banal por obvio, sin embargo…si lo tuviéramos tan claro, ¿cómo es posible que se siga eligiendo gobernantes que prometen dar la vida (altruistamente) por el pueblo, si con su autopromoción como altruistas delatan su falsedad?

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EL «EGOÍSTA PELIGROSO» SE VENDE COMO ALTRUISTA.

EGOÍSMO PELIGROSO: Todos somos egoístas. Por ello la hermandad humana es fratricida. Pero no todos los egoístas son peligrosos. No siempre el egoísmo alberga malas intenciones hacia los demás. El «egoísta peligroso» suele disfrazarse de altruista para ocultar sus oscuras intenciones. En otras palabras, podemos estar más tranquilos en un grupo de «egoístas confesos» que en un grupo de altruistas, porque en este último es posible que haya más de un «egoísta peligroso» enmascarado. 

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EN EL ALTRUISMO SE COMPARTE LA LUCHA CONTRA LA MISERIA, Y NO, LA MISERIA MISMA.

COMPARTIR EN ALTRUISMO: El altruismo se realiza gracias a uno y no a pesar de uno. Un psicoanalista amigo me hizo ver que en la interpretación clásica de «la parábola del buen samaritano», faltaba algo. El buen samaritano, después de ayudar al necesitado, se fue sin dejar señas para volver a lo suyo, si se hubiese quedado (quizás a esperar las gracias), el buen samaritano habría tenido que asumir las consecuencias de alterar sus propios planes. En fin, el mensaje sería que «la ayuda debe ser inteligente para que nadie tenga algo que lamentar». Y esta acotación no es poca cosa si pensamos que, de tenerlo presente, un país como Venezuela no habría caído en la miseria en que está: el gobierno, con la excusa de construir un millón de “casitas cutres” para regalar (como si el presidente fuera un «Santa Claus inmobiliario» que regala «casas de juguete» a cambio de la promesa de que «le escriban una carta en Navidad »—léase: darle el voto —), sumergió al país en una tragedia distópica. En fin, casitas cutres para unos pocos a cambio de miseria para todos no parece ser un buen negocio y, por supuesto, no tiene nada que ver con el altruismo ni con el amor al prójimo. 

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EL ALTRUISMO ENTRE FAMILIARES ES UNA PROLONGACIÓN DEL EGOÍSMO. 

EGOÍSMO FAMILIAR: Muchos «falsos altruistas» se jactan de ser bondadosos con «sus familiares» pasando por alto el hecho de que dedicarse exclusivamente a lo «suyo» es característica del egoísta. Invertir en lo propio no es altruismo. El altruismo sólo es tal, cuando se dirige hacia aquello que el altruista no puede atribuirse con el pronombre posesivo «mío». Si sembramos un árbol en una montaña somos ecologistas; pero si lo sembramos en nuestro patio, pretendemos tener sombra ¿Obvio? A mí me palpita que este asunto tiene muchas más ramificaciones de las que vemos a simple vista… 

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NO HE CONOCIDO PERSONA QUE SE PROCLAME ALTRUISTA QUE NO SEA EGOÍSTA. Y, PENSÁNDOLO MEJOR, TAMPOCO HE CONOCIDO EGOÍSTA QUE NO SE VENDA, POR LO MENOS, COMO “GENEROSO”. 

SER GENEROSO ESTÁ SIEMPRE DE MODA PORQUE RINDE MUCHOS BENEFICIOS: Pero la moda no es cosa de personalidad sino de apariencia. Lo que está siempre de moda es «aparentar» generosidad. El egoísta te regala hoy una galleta para mañana pedirte prestado el automóvil y devolvértelo sin gasolina. El egoísta regala flores a su mujer cada vez que pierde el salario en los caballos. El egoísta, una vez al año les lleva un «queso artesanal extraordinario» a sus tíos que viven en la playa y aprovecha a quedarse, con toda su familia, a pasar las vacaciones.

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LOS POLÍTICOS DISFRAZAN SU EGOÍSMO HABLANDO EN PRIMERA PERSONA DEL PLURAL: «NOSOTROS NECESITAMOS…»

EGOÍSMO POLÍTICO A LO LATINOAMERICANO: Supongo que si un gobernante es paternalista, el pueblo será infantil. De la misma manera, si un presidente es populista, el pueblo carecería de personalidad. Y si un político ofrece regalar panes y pescados, el pueblo será flojo y pretencioso de milagros. Entonces, si un político se vende como altruista, el pueblo debe ser egoísta porque sólo un egoísta puede identificarse con otro egoísta que se vende como altruista (ya que el altruismo es secreto). Supongo que un pueblo que pretende regalos del gobierno confunde la política con la Navidad y al gobernante con Santa Claus. En fin, de lo que estoy seguro es que el altruismo es cosa de pueblo con pueblo, de todos con todos, pero no de gobernantes con gobernados. De los gobernantes sólo se necesita que cumplan con su trabajo de administrar a la «Institución País» y no que se atribuyan el rol de «abnegados altruistas» pretendiendo ganar indulgencia con el dinero de los contribuyentes. 

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EL ALTRUISMO SIN CRITERIO ES SIMPLE APRENSIÓN A DECIR QUE NO.

MIEDO A DECIR NO: El altruismo necesita raciocinio para discernir la forma más ventajosa de ayudar. Necesita axiología para valorar al otro y a la necesidad de actuar. El altruismo debe ser inteligente para elegir una solución conveniente que no perjudique a nadie más. En fin, el altruismo no es impulsivo. El altruismo es reflexivo. Entonces, un altruista no puede serlo todo el tiempo ni con todos, eso sería «incapacidad a decir que no».  

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SI ESTÁ CLARO QUE EL ALTRUISMO ES CONVENIENTE ¿POR QUÉ SEGUIMOS EN EL EGOÍSMO? ¿SERÁ POR LA MISMA RAZÓN POR LA QUE GUSTÁNDONOS LA LIBERTAD TENEMOS VENTANAS ENREJADAS, PUERTAS BLINDADAS Y CERCAS ELECTRIFICADAS? 

BARBARIE DEL SIGLO XXI: En Venezuela los políticos dividieron al pueblo bajo la premisa «Divide y vencerás». La estrategia fue fácil: convencer a cada quien que todo lo que le iba mal era culpa del vecino. La declaración de guerra no se hizo esperar. De seguido la delincuencia se apoderó del país. Está escrito que a una guerra sin cuartel le siga el pillaje y el saqueo. La popular premisa (divide y vencerás) parece funcionar, tras 18 años los mismos políticos cizañeros siguen en el poder y desayunan cada día “riñones en salsa de tomate” leyendo los registros de las morgues. 

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AL ALTRUISMO SOSTENIDO ENTRE DOS PERSONAS, CON EL TIEMPO SE LE LLAMA AMISTAD.

LA AMISTAD ES ALTRUISMO MUTUO PERSEVERANTE: Sólo es amigo aquel con quien cuentas y sólo eres amigo de quien cuenta contigo. Es simple: la amistad es ayuda continua. Todos necesitamos ayuda y por esto, todos debiéramos ser altruistas. 

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SI EL ALTRUISMO NO EXISTIERA, DEBIÉRAMOS INVENTARLO.

ALTRUISMO A ULTRANZA: En el sentido estricto de su significado, el altruismo verdadero, el de dar sin esperar nada a cambio, me temo que no exista, de la misma forma que dudo que sea posible una acción sin reacción. La recompensa por el altruismo es inevitable, ya sea como agradecimiento o simplemente lo que del bienestar general pueda salpicarnos. Por ello es inevitable que seamos altruistas con intención de retribución; pero esto no debiera importarnos si nos hace humanos al tiempo que beneficia a todos. Definitivamente el altruismo vale la pena aunque no sea tan “altruista” como se lo pinta…. ¿Dejaríamos de regalar en Navidad si Santa Claus no viviera en Finlandia? 

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EL ALTRUISTA AYUDA AL OTRO PORQUE LE VALORA Y LO VALIOSO SE CUIDA.

En la Escuela de Psiconomía estamos claros que ¡EL ALTRUISMO NO ES INNATO! Hay que hacer un trabajo previo antes de ser altruista: humanizarse. La humanización es un proceso en el que (entre otras cosas), se aprende a valorar. El altruismo no nace con nosotros, lo practicamos sólo después de valorar a los otros. Y es justamente esto lo que hace importante al altruismo, porque si viniera de la genética con el combo inicial como las fosas de la nariz, ser altruista no tendría gracia, no provendría de un buen deseo sino de una obligación biológica. Las abejas NO DESEAN Y NO SON ALTRUISTAS. Las abejas colaboran en el panal porque no les queda de otra, por obligación instintiva, no tienen la posibilidad de abandonar el trabajo para irse al cine. Las abejas no tienen amigos. Sin embargo, igual que las abejas los humanos también colaboramos entre nosotros por obligación, pero el altruismo va más allá, es una elección.